En 2017, Google ofreció a Netflix una tarifa especial con la que la plataforma de streaming pagaría solo un 10% de sus ingresos por compras in-app en Android. El acuerdo, según documentos y testimonios presentados en el juicio de Epic contra Google, estaba condicionado a que Netflix se comprometiera a utilizar el servicio de pago Google Play Billing a nivel mundial.
Sí, aunque resulte extraño, la todopoderosa Google, conocida por su férrea defensa del 30% de comisión que cobra a las desarrolladoras de apps por las transacciones realizadas en la Google Play Store, estaba dispuesta a hacer una excepción para Netflix. ¿Por qué?
La respuesta es sencilla: Google quería mantener a Netflix contenta. La plataforma de streaming es una de las más populares del mundo, con más de 222 millones de suscriptores a nivel global. Si Netflix en ese momento se decidía a abandonar Google Play, sería un duro golpe para Google, que perdería una “parte del pastel”.
Finalmente, y tras prever que incluso aceptando la propuesta podría perder dinero, Netflix no aceptó la oferta y retiró la posibilidad de suscribirse desde la app, evitando así cualquier comisión por compras in-app.
Pero el acuerdo propuesto por Google a Netflix también tiene implicaciones para otras desarrolladoras de apps. Si Google estaba dispuesta a hacer una excepción para un gigante como Netflix, ¿por qué no hacerlo para otras compañías?
Esta pregunta cobra especial relevancia en el contexto del juicio Epic contra Google, en el que Epic Games, la compañía desarrolladora de Fortnite, demandó a Google por prácticas anticompetitivas en su tienda de apps. Tras rechazar una oferta similar a la de Netflix por parte de Google, Epic acusó al gigante de las búsquedas de abusar de su posición dominante para obligar a las desarrolladoras a pagar una comisión del 30% por las transacciones realizadas en la Play Store.
El juicio de Epic contra Google está en curso, pero la oferta que Google hizo a Netflix podría ser un factor que juegue en su contra. El hecho de que Google estuviese dispuesta a hacer excepciones a su política de comisiones podría ser interpretado por el juez como una prueba de que la compañía, efectivamente, está abusando de su posición dominante.
Si el juez fallara a favor de Epic, Google podría verse obligada a modificar su política de comisiones, lo que beneficiaría a las desarrolladoras de apps, que podrían obtener mayores ingresos por sus productos y servicios. Aunque también podría tener consecuencias negativas para los consumidores, ya que si las comisiones de Google se reducen (o se suprimen), es posible que la compañía tenga que aumentar los precios de sus servicios, como Google Play Pass o Google One.
